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sábado, 12 de mayo de 2018

Olores del Mediterráneo: Segunda experiencia inmersiva en el I.E.S. Las Lagunas



Siguiendo con el proyecto planteado para 2º de la E.S.O. “ Percibir el Arte a través de los Sentidos”, se nos planteó el segundo gran reto. En la primera experiencia inmmersiva implantamos el “Museo Estigia”, experiencia mediante dispositivos VR en la que el alumnado reinterpretó algunas piezas del Arte Románico. En ella, ya habíamos utilizado la vista y el sonido, ahora era el momento de experimentar con  los sentidos restantes, olfato, gusto y tacto.

A mediados de febrero estábamos inmersos en el estudio de Al-Ándalus, y al enfrentarnos al estandar B.3. 27.2. Explica la importancia de Al-Ándalus en la Edad Media, se nos planteó la posibilidad de ampliar el marco temporal y llevarlo hasta la contemporaneidad. Así pues surgió esta nueva experiencia inmersiva.

El primer trabajo consisitió en elaborar una investigación sobre cómo hacer sentir ese periodo de la historia, el alumnado rápidamente encontró la solución, mediante el olor. Así que nos pusimos a investigar cómo podía oler Al-Ándalus. Para ello se distribuyeron en grupos y ámbitos de la ciudad andalusí: mezquita, alcázar, huerto, hamman, zoco, etc.

Cada uno de ellos eligió una especie, planta, esencia, etc. Y a modo de Dioscórides contemporáneos, investigamos no sólo el origen de ellas, si no también sus usos culinarios, medicinales, estéticos, entre otros.

Con la información ya recabada, comenzó la parte más creativa y lúdica del trabajo, recrear páginas de antiguos códices, para ello empleamos folios, café, cacao, entre otros, para recrear esas páginas con la fiabilidad que nuestros materiales nos permitían.


Una vez plasmada la teoría en formato físico, se nos planteó el gran reto; cómo transmitir el olor a nuestro posible público, y qué recursos utilizar para ello. Algunos fueron más fáciles de encontrar, pues muchas de las especies las teníamos en nuestras propias cocinas, tales como el anís, comino, etc.  Sin embargo, la tarea se complicó en otras, como el mirto, arrayán, ... La búsqueda se amplió entonces desde nuestras cocinas a todo nuestro entorno, encontrando algunas de ellas en el jardín del instituto (lavanda, romero, …), en jardines del entorno (laurel, tomillo, rosas…) e incluso los multiprecios del barrio, en los que encontramos esencias de productos que en esta época del año no están de temporada (melocotón, melón, etc).








Ya teníamos los materiales, pero nuevamente otro escollo se presentó ante nosotros, de qué modo presentar esos olores. La respuesta era mucho más sencilla de lo que en un principio nos parecía, y la encontró Adela  (siempre dispuesta a ayudarnos en esta nueva manera de aprender y gran defensora de aprendizajes activos), haciendo abanicos de papel, y las especias en saquitos.




Ya con todo ello montamos la muestra en el recibidor de nuestro centro, la cual está siendo un éxito, pues nuestros compañeros se acercan a ella en los intercambios de clase y en el recreo, atraídos por el intenso olor e interesándose por la información presentada.



Con todo ello hemos conseguido nuevamente nuestros objetivos:
  •  Cubrir el estándar de aprendizaje.
  •  Realizar pequeñas investigaciones.
  • Cooperar en el trabajo.
  • Mostrar a nuestros compañeros la importancia que este periodo histórico ha tenido y tiene en nuestra vida cotidiana.
Y sobretodo disfrutar del trabajo bien hecho.

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